30 Nov Siente lo que quiere ser sentido en ti
Deja todo, párate y permítete sentir lo que quiere ser sentido en ti, reposa en las manos de la incondicional confianza que todo lo acogen.
Deja de resistirte o resignarte, sutil disfraz de la honorable rendición que nos lleva a la liberación y atrévete a SENTIR de verdad, incluyéndolo todo, hasta la mismísima resistencia a sentir puedes permitirte sentir.
Fúndete en eso que viene a tu encuentro, atiende, respeta en silencio, honrando lo que la vida te trae. Sea el sentir que sea, respira, sumérgete en las profundidades insondables del sentir, deja que pase para ser atendido en tu presencia.
Acógele, inclúyele, sostenle, abrázale sin buscar ser abrazado… se el abrazo sin más. Permítele estar sin condiciones… sin máscaras de una pseudo aceptación que reprime y se resiste en silencio a lo que es, rabiando por dentro para que se vaya.
Déjate SER también ahí, ese sentir precisamente es el maestro de la lección de este instante, nada malo puede sucederte al conectar con esa verdad que se presenta ante ti. El miedo a sentir es sólo miedo a ver y a Ser, a reconocerte en el amor que eres… y si apartas el sentir y lo rechazas, simplemente estás siendo sin saber… que ya eres lo que todo ES.
La vida a cada instante te regala la oportunidad de adentrarte en esa verdad que te está llamando a la puerta de la responsabilidad mental. Sin embargo la mayor parte de la vida te resistes a abrirla, con mil y un pretextos, para negar el sentir y así seguir perpetuándote en lo que crees ser, todo ello fabricado de miedo, dolor y culpa. Que gran misterio la vida, repleta de paradojas maravillosas, sincronicidades curiosas e instantes fascinantes. Si te atreves a sentir, la puerta del jardín de los milagros, se abrirá a tu paso, regalándote aromas y oportunidades de ver belleza hasta en lo que parecen ser las espinas más hirientes. Pero no te dejes llevar por esa parte de la mente en conflicto que hará que te reveles contra ese sentir, que lo reprimas o intentes cambiarlo para veladamente aprisionarte aún más en el victimismo y la frustración. Simplemente acarícialo, reconócelo… date cuenta que no pudo ser de otra manera, que todo está en tu mente…
La invitación a sentir es una llamada ya omnipresente a AMAR, a VIVIR de verdad, a estar PRESENTE y aguarda aquí y ahora para ti, valiente.
Esa alegría interna… ese regustito de saberse pleno, absolutamente inocente, abrazado, sostenido y amado por la vida ya está en ti!!! Nada que hacer o buscar.. simplemente SER… PRESENCIA..
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